Por la mañana quedamos con Manolo, él hará con nosotros la última etapa.
Tras unos churritos y unas buenas torradas de jamón, emprendemos la marcha por la ya conocida via verde, pero desgraciadamente en Granada no lo han hecho tan bien como en Almería y la via verde está sin acondicionar. Buscamos caminos alternativos y perdimos más de una hora.
Yo pasé algún que otro apuro superando caminos de piedras a los que no estoy muy acostumbrada.
Lo más destacado, el paisaje de Gorafe, el "Cañón del Colorado" granadino.
No hay que olvidar la visita al yacimiento paleontológico de Fonelas.
Y finalmente los últimos 6 km de subida al pueblo, a 40° y las 14h , hay que vivirlo!
La primera imagen, al subir la última pendiente, el cementerio, allí están mis raíces, emocionante momento.
Llegamos a las 14:45, foto de final de aventura en el cartel de bienvenida y delante de la iglesia.
Y como no podía ser de otra manera, paso por la bodeguilla a reponer fuerzas, y primeros encuentros con la familia.
Han sido 13 días increibles, llenos de sol , flores, agua, cielos estrellados, pueblos blancos, flamenco, buena gente, buenas tapas y muchísimo amor.
Para concluir, debo decir, como buena granadina, que todo tiene su encanto, pero la Alpujarra de Granada es mi trocito de cielo.
Reemprenderemos el año que viene o cuando encarte, Andalucía ha calado hondo en nuestros corazones.
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